Nací en un barrio de Granada en 1983. Me crié como cualquiera en mi época, disfrutando de jugar en la calle y de inventar juegos e identidades. Desde pequeña he tenido una manera muy especial de relacionarme con los demás y el mundo. Siempre me gustó observar cómo se comportaban las personas, cómo eran sus reacciones, cómo se comunicaban y como cambiaban en esos procesos.

Mi adolescencia la pasé en la ciudad vecina de Málaga, mi ciudad adoptiva, y qué mejor escenario que una ciudad de costa y su gente para vivir las experiencias de una época clave en el desarrollo del individuo. Durante esta época mi interés por el comportamiento ajeno se volvió en una continua revisión de mi propio comportamiento y comunicación con el entorno. Y en ese momento comenzó a crecer la necesidad de expresar ese extrañamiento, fue el momento en que nació mi Yo Creador.

Más adelante me licencié en Bellas Artes en Granada y comenzó la búsqueda de todo creador que hasta ahora me acompaña. Veo creación en cualquiera de mis facetas profesionales. Mezclo mi trabajo en gestión cultural, comisariado, arquitectura y producción artística para que el resultado sea una historia real contada a través de mi forma de mirar.

Es esencial para mí convertir los procesos en experimentos creando metáforas entre los conceptos y las materias. El aceite, agua, tinta, resina, papel, tela, cuerda junto con la imagen, la luz, el sonido y la tecnología son los elementos que conforman mi obra. Los trabajo como si se tratara de cocinar, voy viendo como van ligando y cómo la alquimia va mostrándome y dando el resultado buscado.

Los frágiles equilibrios del experimento de mi proceso de creación contaminan mi manera de enfrentarme a mis diversas dedicaciones. En la gestión cultural y el comisariado desarrollo proyectos donde la sinergia entre creadores y el trabajo colaborativo es el principal valor. Elaboro proyectos suspendidos entre intereses propios y colectivos de diferentes agentes diseccionando y analizando sus procesos y así interiorizar creaciones ajenas para hacerlas propias dentro del desarrollo del discurso expositivo y ser mediador honesto entre la mirada del creador y la del espectador.

Soy lo que me deja ser mi vida, y mi vida es la construcción de un todo frente al arte, que es mi comunicación con el mundo.


Sara Sarabia