“Quitando lo viejo … para que entre lo nuevo”. Con esta frase la artista Cristina Savage me sorprendió hace ya cuatro años en una de nuestras conversaciones sobre su trabajo para una exposición individual que estaba comisariando para ella.


En primer momento no la entendí. Estaba sumida y fascinada por su trabajo performático, fotográfico y objetual en general, y en particular por su serie Tail-Tales, en producción en aquel momento, donde brillaba la escenografía, la teatralidad del objeto y su contenido poético y reivindicativo, y que empoderaba a la mujer a través de la mitología y el objeto desechado. Le argumenté que no era el momento, que era una distracción del camino y la potencialidad del proyecto que desarrollaba en aquel momento. 


Entonces ella me dijo: ¡pero has visto los datos! mira los datos... Apeló a mi sentido más analítico, y comencé a investigar. En ese momento, Cristina Savage me abrió los ojos a una realidad que conocía y vivía, pero hacia la cual era ciega.


Soy mujer y he trabajado en muchos sectores. En algunos de ellos, por no decir en casi todos, he recibido el trato patriarcal que caracteriza a nuestra sociedad. Por suerte, nunca me ha hecho ni vacilar ni cambiar de camino. Era consciente de que las mujeres tenemos todavía mucho por conquistar, pero los datos me arrojaron una realidad objetiva que no había manera de negar o atribuir a ningún posicionamiento subjetivo, como se suele popularizar. La realidad es que no estamos. Somos invisibles. Soy invisible, pensé.

Con esta nueva mirada que me regaló Savage, comencé a cuestionarme y a revisar los procesos de mi propio trabajo en el sector, y he intentado llegar al porqué de ese desequilibrio. Esa autorevisión ha dado lugar a muchas preguntas y a un arduo proceso de ruptura con esa dinámica en la medida de mis posibilidades.


Quitando lo viejo se hizo realidad en 2018 tras el exhaustivo análisis de la colección del centro de arte contemporáneo Reina Sofía, donde se obtuvo el dato de que había un 93% de obra de artistas hombres frente a sólo un 7% de obras de artistas mujeres. Este fue el impulso definitivo para que Cristina Savage hiciera la maleta con su uniforme de limpiadora y viajara a Madrid para introducirse en el MNCARS como una invisible limpiadora, para eliminar la mancha de desequilibrio que hay en el mayor representante del arte contemporáneo de España.


Recuerdo que aquella primera experiencia fue inquietante, pues Cristina Savage, vestida de limpiadora, verdaderamente fue invisible. Pasó de sala a sala limpiando y nadie la detuvo, nadie la detectó hasta el final. 

Esto fue el detonante de un trabajo intensivo de análisis de datos de museos y ferias para poder reivindicar la falta de paridad. Los datos analizados en la primera acción, así como los datos analizados para las limpiezas posteriores, han sido obtenidos gracias al trabajo de recopilación y publicación de las cifras que realiza MAV (Mujeres en las Artes Visuales). Y como a Savage nada la frena, cuando no había recopilación de datos, ella misma los recopilaba para poder proseguir con su plan de detectar cuales son los lugares donde es necesario entrar en acción y visibilizar a las invisibles.


Después de la primera acción le siguió su incursión en ARCO y Art Marbella de 2019. Una vez realizadas estas acciones, Cristina decidió que necesitaba ayuda, pues había mucho que limpiar, y convocó a un equipo de limpiadoras para su próxima acción, que tendría lugar en el centro Pompidou de Málaga. Entre las reclutadas estaba yo, y puedo decir que nos embargaba la emoción cuando nos cambiábamos de ropa en el aseo del centro. Salimos de una en una de manera decidida para ocupar nuestro puesto y limpiar de rodillas. En esta ocasión las invisibles se hicieron visibles a ellas mismas pues la unión hace la fuerza, y limpiamos ante los ojos perplejos del público que visitaba el museo y de sus vigilantes y trabajadores. No fue una experiencia pasiva pues nos echaron del museo, pero abandonamos dejando clara la mancha de las malas prácticas que salpican el sector.


Tras esta acción, Savage ideó una gran limpieza para el día de los museos de 2019, en su colaboración con MAV. Para esta ocasión reclutó a un equipo de limpiadoras para actuar sobre dos centros de manera simultánea en diferentes ciudades, en Málaga fue el CAC y en Sevilla el CAAC. 


En esta ocasión tuve el privilegio de liderar el equipo de limpieza de Málaga siguiendo las instrucciones de la artista para evidenciar la falta de artistas mujeres en la colección Neighbours del CAC. Miembras nuestra jefa de limpiadoras estaba liderando en paralelo la acción en la exposición Nosotras de Nuevo del CAAC de Sevilla. 


Dentro de las limpiezas organizadas para el proyecto Quitando lo Viejo hay que destacar que Cristina Savage ha realizado otras acciones en respuesta a situaciones donde las buenas prácticas, la igualdad y respeto por la mujer como profesional del arte y la cultura se habían visto vulneradas. Estas acciones se dieron lugar en el exterior del palacio de San Telmo de Sevilla, en el exterior del Parlamento de Sevilla y en el exterior del CAC de Málaga.


La última acción del equipo de limpieza se llevó a cabo en 2020, en el exterior de la Consejería de Cultura y Patrimonio histórico, donde una vez más se dejó la huella de las artistas que deberían estar en sus fondos.


Ha sido una experiencia totalmente formadora la de trabajar codo con codo con la artista Cristina Savage, acompañándola en el proceso de este proyecto.


Aquellos que lideran y gestionan los museos, ferias y centros de arte y cultura; aquellos que deciden y escriben la historia y siguen perpetuando la segmentación, la desigualdad y llevando a cabo malas prácticas seguro serán objeto de limpieza, pues Cristina Savage está decidida a seguir creando, creciendo y sobre todo poniendo a la mujer en el lugar donde debería haber estado y en el que debe de estar. 


“Quitando lo viejo” es una exposición que tiene como objetivo mostrar el proceso y desarrollo del proyecto que yo he tenido la suerte de vivir. 


Hemos trabajado en el diseño de esta exposición para poder pasear por los recorridos de las limpiezas y poner en valor cada una de las acciones que se han llevado a cabo hasta la fecha. 


Un elemento muy importante dentro del contenido de la exposición es la dignificación de los objetos que han sido iconos y herramientas del equipo de limpieza, pues con ellos las limpiadoras han llevado a cabo sus cometidos.

Y todas en esta exposición seremos visibles pues cada uniforme y bayeta nos representa.


Gracias Cristina Savage, gracias por hacernos visibles.

Sara Sarabia.

Comisaria, gestora cultural y artista visual.